viernes, 1 de enero de 2016

¡Mucha paciencia!


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Perfecto agregó un nuevo video.
Paciencia. ¡Mucha paciencia!

Muy feliz año nuevo

Muy feliz año nuevo, cargado de paz y amor, a todos los amigos en facebook. Que María Madre de Dios y Madre de la Iglesia nos bendiga y proteja.

LA VIRGEN MADRE DE DIOS Y MADRE DE LA IGLESIA. ¡FELIZ AÑO NUEVO!

LA VIRGEN MADRE DE DIOS Y MADRE DE LA IGLESIA. ¡FELIZ AÑO NUEVO!
No es fácil hablar de María, sin caer en exageraciones o falsos misticismos. Y sin embargo María es lo más grande y puro del género humano, es lo más bello y querido que tenemos. Maternidad, es un hecho biológico, físico. Pero ser Madre de Dios, no es lo habitual, o lo puramente humano. Virginidad es un hecho espiritual, pero ser Esposa y Madre por la gracia del Espíritu Santo, no es fácil de entender con el intelecto humano. Por eso, si bien hablar de nuestra madre es lo que más nos reboza del corazón, no es fácil hablar de María, sin caer en exageraciones o falsos misticismos.
Tratemos ahora de entender cómo María puede ser madre virgen, es decir, madre espiritual del Verbo, además de haber llevado a Jesús en su seno y haberlo dado a luz.
Recordemos ante todo, que la teología doctrinal es cosa del intelecto, que se estudia para creerla y saber. Y que la teología espiritual, es cosa de la experiencia, que se experimenta para vivirla. Necesitamos un poco del don de sabiduría, el sabor de las cosas de Dios, saborear el gusto de la contemplación. Miremos algo sencillo y concreto. Contemplar no es éxtasis o visiones, es simplemente, hacer una experiencia y gustar de ella, como gustaríamos de un plato sabroso y delicado. “María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón”. Se refiere a lo que dijeron los pastores, a lo que le había dicho el ángel, al nacimiento de Jesús, su hijo y todas las circunstancias que lo rodearon. Dios, el Padre le había hablado a María, dándole a conocer su voluntad. No hubo visiones, ni éxtasis extraordinarios. Sí se relatan en el Evangelio mediante el género literario de las anunciaciones y nacimientos. Esa es la manera, como la comunidad apostólica, vivió el acontecimiento histórico, con fe sobrenatural.
Estábamos en que Dios habló a María, mediante la historia, con los acontecimientos de su vida, como nos puede hablar a nosotros. Ella recibió esa Palabra y la guardó en su corazón, ¿Cómo la guardó? “Meditándola”. Lo mismo que la podemos guardar nosotros. Así hizo encarnar y nacer, la Palabra, para después darla a Isabel y a los demás. Así María Virgen, fue Madre espiritual de su Hijo, la Palara de Dios.
Ciertamente, estos pobres pensamientos son reflexiones muy humanas y limitadas para poder entender la Palara de Dios. En la historia, no podemos encontrar nada. En la revelación está el sublime Secreto de Dios difícil de entender para nuestra pobre razón. Tratemos al menos de vivir con él y meditarlo, hacer experiencia de Él y vivirlo.

Y EL VERBO SE HIZO CARNE

Y EL VERBO SE HIZO CARNE
“Se hizo carne” y “habitó entre nosotros”. Vamos a reflexionar sobre dos aspectos de ese misterio de la Navidad. El Verbo se hizo carne. Tomó un cuerpo, para estar con nosotros, para hablar y enseñar, para anunciar el Reino de Dios e invitar a la conversión. Habló. Compendió, rió, lloró con los niños y enfermos, lloró sobre Jerusalén. También gozó con los novios en las bodas de Caná y quiso que sus discípulos, se alegraran mientras el novio estaba con ellos. Comió y tomó vino, supo ser amigo y querer a los suyos. Amó a su Madre y a José. Fue un verdadero hombre, en cuerpo y alma. También sufrió, se sintió solo y abandonado, trabajó y sudó sangre. 
Dios, su Padre no quería víctimas y holocaustos. Estaba harto de la sangre de chivos y toros. Y amó tanto al mundo que le envió a su hijo, para perdonar los pecados. Debemos dejar de lado y olvidarnos de la teología legalista que nos han inculcado, del juicio, la víctima, el sacrificio y la satisfacción vicaria. No sigamos diciendo que como el hombre cometió una ofensa infinita a Dios, debía morir y sólo la muerte y el sacrificio del Hijo de Dios, podía lavar la ofensa. No decimos que esto no sea cierto, pero es un lenguaje no propio del Dios misericordioso, ni del Evangelio del amor. Se insistió en forma tal vez unilateral, en que Cristo sufrió la Cruz y la muerte para borrar los pecados con su sangre. Esto podría parecer más propio de Moloc, el dios sanguinario que sólo se satisface devorando a sus hijos. Recordemos las pinturas negras de Goya. No es tanto que Jesús haya sufrido para “pagar la deuda del juicio”, sino que sufrió y murió “por amor nuestro”. 
Pero ahora viene el segundo aspecto del misterio navideño. No vino sólo a sufrir para perdonar nuestros pecados, sino para que el hombre se hiciera UNO con Dios. “Habitó entre nosotros”. Hay un texto de los antiguos Padres, como San Atanasio de Alejandría, que recuerda también el Catecismo de la Iglesia y que dice que “Jesús se hizo hombre para que el hombre se haga Dios. Por supuesto que esto para la mayoría de nosotros tiene sólo un significado simbólico o poético. Pero es una realidad, como enseña el Evangelio de San Juan y las Cartas de Pablo. “Iremos a él y habitaremos en él”, no significa sólo algo espiritualista y volado, sino que la Trinidad con toda su fuerza infinita está en nosotros, no sólo como una hostia consagrada en un sagrario, sino como Cristo vivo y operante, con el Padre y su Espíritu. “Nos eligió como hijos adoptivos, para ser personas en Cristo, que es nuestra Cabeza y nosotros su Cuerpo”. Es extraño que todo esto no haya sido condenado nunca por la Inquisición, por ser “panteísmo”. Todos comprenden que no es así. 
Sin embargo grandes místicos, como el maestro Eckart y Tauler, fueron condenados como panteístas. San Juan de la Cruz se libró de ser excomulgado, porque se murió antes y Santa Teresa, no fue condenada por la Inquisición, porque consideraron que “por ser mujer, no debía entender bien lo que escribía”, pero el Libro de la Vida, nunca le fue devuelto por la Inquisición y sólo fue publicado después de su muerte. Todo esto indica que la teología mística, no se pudo desarrollar bien entre los católicos. Y aun hoy, por temor a la nueva era y al budismo zen, dejamos en la sombra la riqueza inmensa de la mística cristiana, mientras muchos buscan experiencias místicas en otras sectas. Seguimos dando más importancia a la filosofía aristotélico-tomista que a la Biblia y a la tradición judeo-cristiana. Por temor al “panteísmo”, hemos dejado morir, la contemplación del UNO, la unidad mística del hombre con Dios, pero preferimos creer en el “primer motor inmóvil” de Aristóteles, para no parecernos a Plotino y al neoplatonismo. Pero nos olvidamos de “El Señor de la Historia” de la Biblia, amigo incluso de la evolución universal, a partir de su plan providente y misericordioso. La teología doctrinal, da importancia sólo a lo que se sabe. La Teología mística, es la reflexión de lo que se vive y de la experiencia de Dios. Una Teología meramente doctrinal y dogmatista, aunque sea ortodoxa y verdadera doctrinalmente, no debería ser para nosotros más importante que la teología mística que viene de la experiencia del Dios vivo de la biblia, que se hizo carne para habitar con nosotros.

EL CAMINO DEL CUERPO

EL CAMINO DEL CUERPO
Por la educación recibida, muchos estamos acostumbrados a considerar el cuerpo como enemigo de la vida espiritual. Hay prejuicios filosóficos y también malas interpretaciones de la Biblia. Cuando San Pablo por ejemplo, habla de la “carne y el espíritu” como enemigos, no se refiere a “cuerpo y alma”, sino al “hombre carnal o materialista” y al hombre espiritual”, pero ambos en cuerpo y alma. Nuestra espiritualidad, es también muy individualista. Para la filosofía tradicional, la “persona” es “el ser que subsiste” o una “substancia individual de naturaleza racional”. Es difícil, desde esta concepción trascender los muros del individuo y construir puentes hacia los demás y hacia la naturaleza como parte de nosotros mismos. Por eso la primera encíclica del Papa sobre la ecología humana o profunda, sorprende y no se entiende o se la deja “respetuosamente” de lado, sin leerla. 
Aristóteles definía al hombre como “animal racional”. Parecía que la parte superior del hombre es su “razón”, lo que le da dignidad y lo hace persona. Muy pocos de nosotros, se animarían a pensarse a sí mismos como “cuerpo”. Se llegó a decir, “pienso, luego existo”. Pero, nadie dijo: “Yo soy mi cuerpo”. Hablar de una “etapa transpersonal” del crecimiento humano, parece cosa de la nueva era. Y aunque así fuera, hay muchas cosas de la nueva era, que son buenas y nos sirven, así como decía Ratzinger, de los métodos de oración oriental, que justamente dan importancia al cuerpo, tienen cosas buenas que nos sirven, por ejemplo, la respiración, la relajación, el silencio exterior.
La filosofía personalista concibe al hombre como un ser en relación. Y el cuerpo es justamente el gran medio de comunicación que nos comunica y nos une a los demás. Incluso la sexualidad (no simplemente el “sexo genital”) nos impulsa a salir de nosotros mismos y unirnos al otro. Y nos descubre nuestra fragilidad e historicidad, que nos dice que solos, no podemos…Por eso ser “persona” es ser comunitarios. Y el cuerpo si bien es un principio de individuación, que nos separa físicamente de otros individuos, también es principio de comunicación y canal de amor y amistad. Dios cuando quiso comunicarse con nosotros “tomó un cuerpo”. Para estar con nosotros incluso para trabajar y sufrir por nosotros. Él no quiere víctimas y holocaustos, por eso tomó un cuerpo”. 
La espiritualidad cristiana no consiste en destruir el cuerpo, que es la obra más maravillosa de Dios, sino en cuidarlo y convertirlo en templo del Espíritu Santo. El cuidado del cuerpo, impone una ascética, sí. Deporte, dieta, caminar, cuidar la salud, el corazón, el cerebro, son ocupaciones muy importantes de nuestra vida espiritual. El trabajo y la actividad que hacemos con nuestro cuerpo, se puede transformar en una contemplación en la acción: “el trabajo bien hecho de ayuda a los otros. Tenemos que construir “relaciones sanas” con nosotros mismos, con nuestro cuerpo, con los demás con el mundo y con Dios. No la espiritualidad del “ te doy, para que me des)”. Pero tampoco la espiritualidad de la ascensión al monte, cada uno por donde pueda y solo. Subir, dejar, abandonar, desprenderse, pero siempre solos...no. Reprimir, mortificar, castigar, sin amar, no es cristiano. El camino de la espiritualidad, creíamos que partía de lo exterior, y llegaba al corazón. No está mal, pero solos, no. Hoy para algunos, el nuevo camino parte del corazón, baja al cuerpo y lo incorpora a la vida espiritual y va hacia los demás. Como María que lleva la Palabra de Dios en su cuerpo. Como Isabel que siente a su hijo estremecerse de alegría por la presencia de Dios, en su vientre.

MADRE TERESA SERÁ SANTA

News.va Español
MADRE TERESA SERÁ SANTA: RECONOCIDO UN MILAGRO ATRIBUIDO A SU INTERCESIÓN
Queridos amigos, la Congregación para las Causas de los Santos ha publicado hoy un decreto, aprobado por el Papa Francisco, en el que se reconoce un milagro atribuido a la intercesión de la Beata Madre Teresa de Calcuta.
El 10 de septiembre de 2008, un ingeniero brasileño, en coma por una gravísima enfermedad en el cerebro, fue llevado al quirófano para practicarle una operación de riesgo. El dia antes su esposa había llamado a un sacerdote para que le administrara el sacramento de la Unción. El sacerdote lo hizo, y luego les dio una medallita de Madre Teresa y les dijo que rezaran pidiendo un milagro por su intercesión.
El cirujano, al entrar en el quirófano, encontró al paciente sentado en la mesa de operaciones, despierto y consciente, que le preguntaba: “¿Qué hago yo aquí?”.
Posteriormente se comprobó que la curación había sido instantánea, y los múltiples abscesos que estaban matando al paciente habían desaparecido, inexplicablemente. Se trata de uno de los raros casos de milagro de “primer grado”, es decir, una curación total que comporta la sanación de los órganos destruidos por la enfermedad de alguien que estaba al borde de la muerte. La mayor parte de los milagros certificados en el Vaticano son de “tercer grado”: curaciones instantáneas de enfermedades sobre las que la medicina hubiese podido obtener resultados solo después de mucho tiempo.
Hoy día, el ingeniero tiene 40 años, lleva una vida normal en Río de Janeiro, y obtuvo el primer lugar en un concurso público federal. Los médicos le dijeron que, a causa de los medicamentos que le habían dado, no podría tener hijos; sin embargo, los esposos pidieron de nuevo a Madre Teresa que intercediera por ellos ante el Señor, y hoy día tienen dos hermosos hijos.
Toda la familia estará presente en la canonización de esta santa que estuvo siempre en las periferias junto a los más pobres de entre los pobres.

El Papa confirma que visitará México en febrero de 2016

VATICANO, 12 Dic. 15 / 01:26 pm (ACI).- El Papa Francisco ha confirmado esta tarde en el Vaticano que viajará a México el próximo febrero de 2016. Lo ha hecho en la…
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